A sabiendas de que son muchos los lugares en donde se ha hacho lectura comunitaria de su 'Libro de la Vida', y ahora 'Camino de Perfeccion' (y muy bien organizados) nos parece apropiado dedicar este espacio a recordar a Teresa, en su encanto y su figura! Su sentido de la practicidad, su determinacion, su alegria, su carisma, su doctrina...en fin, todos los atributos con que nuestro buen Dios la engalanó y en ella, a todos sus hijos, y a la Iglesia toda. Todo ello, y lo que llevamos en el corazon, como acompañamiento y aporte a este Camino hacia el V Centenario de su Natalicio. Algo así, como una andadura fraterna y gozosa, en la que todos sus hijos, hablando de ella, hacemos que su recuerdo nos refresque el alma, mientras llegamos juntos a Su Fiesta!

ABRAZO EN JMJT!

sábado, 18 de junio de 2011

Santa Teresa en el arte


Santa Teresa de Jesús
Miniatura pintada en oleo sobre cobre del siglo XVII
d.c.

martes, 7 de junio de 2011


Conceptos del amor de Dios
Capítulo 1
(parte 2)
4. ¡Oh Señor mío, que de todos los bienes que nos hicisteis, nos aprovechamos mal! Vuestra Majestad buscando modos y maneras e invenciones para mostrar el amor que nos tenéis; nosotros, como mal experimentados en amaros a Vos, tenémoslo en tan poco, que de mal ejercitados en esto vanse los pensamientos adonde están siempre y dejan de pensar los grandes misterios que este lenguaje encierra en sí, dicho por el Espíritu Santo. ¿Qué más era menester para encendernos en amor suyo, y pensar que tomó este estilo no sin gran causa?

5. Por cierto que me acuerdo oír a un religioso un sermón harto admirable, y fue lo más de él declarando de estos regalos que la Esposa trataba con Dios; y hubo tanta risa y fue tan mal tomado lo que dijo, porque hablaba de amor (siendo sermón del Mandato, que es para no tratar otra cosa), que yo estaba espantada. Y veo claro.que es lo que yo tengo dicho, ejercitarnos tan mal en el amor de Dios, que no nos parece posible tratar un alma así con Dios. Mas algunas personas conozco yo, que así como estotras no sacaban bien -porque, cierto, no lo entendían, ni creo pensaban sino ser dicho de su cabeza-, estotras han sacado tan gran bien, tanto regalo, tan gran seguridad de temores, que tenían que hacer particulares alabanzas a nuestro Señor muchas veces, que dejó remedio saludable para las almas que con hirviente amor le aman, que entiendan y vean que es posible humillarse Dios a tanto; que no bastaba su experiencia para dejar de temer cuando el Señor les hacía grandes regalos. Ven aquí pintada su seguridad.

6. Y sé de alguna que estuvo hartos años con muchos temores, y no hubo cosa que la haya asegurado, sino que fue el Señor servido oyese algunas cosas de los Cánticos, y en ellas entendió ir bien guiada su alma. Porque, como he dicho, conoció que es posible pasar el alma enamorada por su Esposo todos esos regalos y desmayos y muertes y aflicciones y deleites y gozos con El, después que ha dejado todos los del mundo por su amor y está del todo puesta y dejada en sus manos. Esto no de palabra -como acaece en algunos-, sino con toda verdad, confirmada por obras. ¡Oh hijas mías, que es Dios muy buen pagador, y tenéis un Señor y un Esposo que no se le pasa nada sin que lo entienda y lo vea! Y así, aunque sean cosas muy pequeñas, no dejéis de hacer por su amor lo que pudiereis. Su Majestad las pagará; no mirará sino el amor con que las hiciereis.

viernes, 3 de junio de 2011

A la contemplación


Aquellas empedradas calles que la Santa debió conocer tan bien como sus hábitos religiosos, oyeron y sintieron los ánimos de la Madre Teresa, quien fue una caminante por excelencia. Y como que viven todos aquellos recuerdos.
Hoy, Avila da la sensación de ser un gran convento, pero con una alegría queda. Porque los biógrafos explican que Madre Teresa, "alejada del mundanal ruido", no era dada a la tristeza ni quería que sus monjas vivieran en ese ánimo. Era así como en los conventos, ella, que enseñó los muchos aposentos del alma, enseñó también alegría secular, valiéndose de las risas, del cantar, y de las castañuelas.
En estos tiempos, el mensaje de Teresa de Jesús tiene la igual vigencia de antes. Y por momentos, es de mayor vigencia, porque uno de los grandes errores es huir de la intimidad anímica de nuestro castillo, para pretender adornarlo con muebles extraños, pudiendo nosotros organizar, en las interioridades del ser, los aposentos más formidables dentro de tan grande y majestuoso castillo que es el alma.
Hoy, a casi cuatrocientos treinta años, en tiempo que comienza a contarse con los dedos no hallando luego más dedos con qué contar, y perdiéndose uno en el mismo tiempo, cabe invocar a la bienaventurada Madre Teresa de Avila, y pedirle orientación.
Y darle las gracias por tan augustas orientaciones que ha dado a sus hermanos de todos los siglos.

(de: La vigencia perenne de Santa Teresa de Avila
Por Reginaldo Atanay)