A sabiendas de que son muchos los lugares en donde se ha hacho lectura comunitaria de su 'Libro de la Vida', y ahora 'Camino de Perfeccion' (y muy bien organizados) nos parece apropiado dedicar este espacio a recordar a Teresa, en su encanto y su figura! Su sentido de la practicidad, su determinacion, su alegria, su carisma, su doctrina...en fin, todos los atributos con que nuestro buen Dios la engalanó y en ella, a todos sus hijos, y a la Iglesia toda. Todo ello, y lo que llevamos en el corazon, como acompañamiento y aporte a este Camino hacia el V Centenario de su Natalicio. Algo así, como una andadura fraterna y gozosa, en la que todos sus hijos, hablando de ella, hacemos que su recuerdo nos refresque el alma, mientras llegamos juntos a Su Fiesta!

ABRAZO EN JMJT!

lunes, 19 de septiembre de 2011

Teresa, una mujer libre



Al releer Vida y Camino, descubro aún más que Teresa es una mujer libre. Escribe teniendo en cuenta a unos y otros, en el propio contexto. Sin embargo, no abdica de su identidad-misión; ejerce al máximo su autoridad de Madre y Maestra de vida. Sin querer juzgar otras vías en la aventura tan personal del encuentro con Su Majestad, afirma serenamente las certezas comprobadas que propone en Camino.

Autentificado, en efecto, por los teólogos más autorizados, por la teología de los santos, en la comunidad de la Iglesia, por la experiencia, Camino es, finalmente, la gracia del encuentro en el Amor con Jesucristo, el único verdadero amigo, Verbo hecho carne, pan vivo otorgado al mundo por el Padre (Vida, 22).

Esta relación viva y vivificante es la fuente de esta libertad y capacidad de ser ella misma, de darse completamente. Conocer al Verbo crucificado por amor a mí, por nosotros, es escuela de humildad, de olvido de nosotros mismos; y este íntimo encuentro revela la dignidad de nuestro ser-vocación. No somos exterioridad solamente, sino sobre todo interioridad, capacidad de sentir, conocer, decidir, responder y responder personalmente. Es el Dios-Trinidad, más allá de nosotros y en lo más íntimo de nuestro ser, que nos llama. Quiere compartir nuestra vida en la comunión y desea, con locura, que vivamos el Infinito, la Alegría.

Este encuentro es fértil: da la Vida y abre a la fraternidad, al compartir, a las obras, cada uno según su misión. Aprendemos, viviendo de Amor, a amar como Dios…

Teresa hace memoria de su vida; se detiene más en la Presencia compasiva que en su pecado, su falta. Nos invita a contemplar al buen Jesús, Palabra compasiva del Padre. Así dejamos el temor para caminar en un amor que confía.

Releer Teresa es el gusto del reencuentro con Su Majestad, el Padre de nuestro Señor Jesús, en la oración, en una vida de oración, vida ofrecida y dada.

Con la Virgen María, Madre del Señor, Patrona del Carmelo, modelo de escucha comprometida, podemos cantar:

“Padre Nuestro, santificado sea Tu Nombre…”

P. Robert Paul, O.C.D. Definidor General