A sabiendas de que son muchos los lugares en donde se ha hacho lectura comunitaria de su 'Libro de la Vida', y ahora 'Camino de Perfeccion' (y muy bien organizados) nos parece apropiado dedicar este espacio a recordar a Teresa, en su encanto y su figura! Su sentido de la practicidad, su determinacion, su alegria, su carisma, su doctrina...en fin, todos los atributos con que nuestro buen Dios la engalanó y en ella, a todos sus hijos, y a la Iglesia toda. Todo ello, y lo que llevamos en el corazon, como acompañamiento y aporte a este Camino hacia el V Centenario de su Natalicio. Algo así, como una andadura fraterna y gozosa, en la que todos sus hijos, hablando de ella, hacemos que su recuerdo nos refresque el alma, mientras llegamos juntos a Su Fiesta!

ABRAZO EN JMJT!

jueves, 17 de diciembre de 2009

TERESA EN ARGENTINA


La devoción a Santa Teresa empezó en nuestro País apenas canonizada por la Iglesia, el 12 de marzo de 1622.


Dice a este respecto Luis José de Tejeda:

"estaban por estos tiempos tan divulgadas la santidad, excelencias y prodigios de la gloriosa Santa Teresa por los distantes términos del Oriente, Occidente y Septentrión, que en solos los cuarenta años primeros de su posteridad, ¡había corrido largos siglos de su celebración y fama! Pensemos que el 16 dé noviembre de 1617 ya Carlos III y las Cortes españolas la habían declarado Patrona de España"

En efecto varios prodigios obró también en nuestra tierra Argentina. Al parecer en ese año de 1622, o algo antes, la Santa obró un repetido milagro en el pueblo de Soto (Provincia de Córdoba) resucitando a María Magdalena Tejeda, fundadora luego del primer Monasterio de Carmelitas en la propia ciudad de Córdoba en 1628, como se explicará en ese lugar.

Conectado está este milagro con el hecho siguiente por el que Córdoba también la declaró Patrona de la Ciudad.

El abuelo de la niña D. Pablo de Guzmán fue el que ordenó traer su imagen de España y para instalarla en la capilla de la Iglesia de los Jesuítas, había invitado a su yerno, el padre de la niña, D. Juan de Tejeda, y a toda su familia, a concurrir de la Encomienda a la ciudad de Córdoba por los días precedentes al milagro sobre María Magdalena.

Debido a esta coyuntura es que surgió una acalorada discusión entre el cura de Soto, Manuel Acosta, defensor de la Santa de Avila y D. Juan de Tejeda, quien como por ese entonces tenía a su hermana Leonor de Tejeda como priora de las Catalinas cordobesas ensalzaba a Santa Catalina de Siena.

Con la fundación del Monasterio Carmelita en 1628, la imagen de la Santa pasó a él.

Esa imagen fue hecha traer desde España, aunque es de origen italiano, por el General D. Pablo de Guzmán, quien había tenido la suerte de conocer en vida a la Santa en casa de la hermana de esta, María, casada con D. Martín Guzmán y Barrientes, su pariente. Este militar había llegado a Córdoba con su fundador D. Jerónimo Luis de Cabrera en 1573

La imagen obró un milagro ya —según refiere Luis de Tejeda— cuando era transportada en el barco, a la entrada del Río de la Plata, pues hubo, por su invocación "milagrosa bonanza de un naufragio peligrosso".

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