Santa Teresa de Jesús, nacida el 28 de marzo de 1515, fue una mujer muy turbada  y espantada más de la mitad de su vida. Dotada de una extraordinaria  sensibilidad, de una aguda inteligencia y muy grande capacidad de acción, se  encontró desbordada por sus propias capacidades, perdida entre las innumerables  posibilidades que se abrían ante ella. Más amplia que todos los moldes de su  cultura, se sintió estrecha en aquel mundo y a la vez temerosa de romper  aquellas cadenas. Ninguna fuerza fue capaz de detenerla en el arranque  existencial de su proyecto. Y así, espantada, turbada, asustada, echó a andar,  bañada de lágrimas, en cumplimiento de su destino.
(Padre Marciano)

No hay comentarios:
Publicar un comentario