"Teresa, nuestra madre, maestra de oración en el pueblo de Dios y fundadora del Carmelo Teresiano, se nos presenta en la Liturgia con toda su belleza espiritual. A través de los textos del Oficio, el recuerdo de la Santa se transforma en alabanza a Dios que la enriqueció tan sin medida, y en plegaria ferviente pidiendo por la santidad de la Iglesia. Palabra de Dios y palabras de Teresa, entrelazadas, forman el texto de la Liturgia de las Horas. En comunión espiritual con su madre, el Carmelo ofrece hoy el sacrificio de alabanza como eco de la voz glorificadora de quien vive ya en las moradas de la casa del Padre."
Oración
Señor Dios nuestro, que por medio de tu Espíritu Santo has suscitado a santa Teresa de Jesús, nuestra madre, para enseñar a tu Iglesia el camino de la perfección; concédenos alimentarnos siempre con su celestial doctrina, para que crezca en nosotros el deseo de la verdadera santidad. Por nuestro Señor.
(Carmelitas Descalzos, Provincia de Navarra)
abcdefg
ResponderEliminarEstimad@ amig@, como cada año y ya son dos mil doce los que hace que nuestro Señor Jesucristo llego al mundo para asumir y cargar con nuestros pecados, El que quiso ser hombre y nacer tal, pero el hombre apenas lo acepto, y aun mas, lo crucifiquemos, lo lamento de todo corazón. Hoy me dirijo a ti con la sana intención de desearte desde mi punto de vista cristiano una feliz Navidad llena de Paz, Amor y Felicidad, que Dios Niño te colme de vienes, esos vienes que sean de salud y amor, amor hacia uno mismo y los demás, que la pobreza y la enfermedad se vallan erradicando y poco a poco desaparezcan, que no hallan tantos niños muriendo de enfermedades, hambre y miseria que tengamos un poco de nuestro corazón puesto en ellos, que nuestros mayores sean atendidos, puesto que mañana nosotros seremos los nuevos mayores, en fin, se quedan tantas cosas en el tintero, que solo me queda dejarte un pequeño poema y desearte una muy feliz Navidad.
Blanca luna
Pronto llega la luz del alba
Anunciando lo nuevo acontecido
Sendero nevado, bien venido
Sueño que alumbra lo prometido.
Al alba soñaba la blanca luna
Viendo temblar al pobre José,
Que sintió un escalofrío
Al hacerse la Virgen río.
Llorando quedó la noche
Entre pastores y suspiros,
Que deja en un pesebre metido
Al niño Dios recién nacido.
Cayendo quedó la nieve
Sobre el alba de Belén,
Que sintió sobre sí, el bien
Del amor divino florecido.