
El 4 de octubre de 1582, desde una pobre celda del monasterio de Alba de Tormes, volaba al cielo Teresa de Jesus, aquella monja carmelita a la que cierto personaje de su epoca lla mó desdeñosamente: "Fémina inquieta y andariega".
El tiempo no ha logrado borrar las huellas de los pies descalzos de aquella monja andariega, que ha marcado los terruños de España como lo de tantas almas, en especial la de sus hijos, que hoy celebramos con júbilo el aniversario de su partida; de su entrada al cielo, de su anhelada ruptura del velo para el Dulce Encuentro! BENDITA SEAS MADRE QUERIDA...Gracias por todo lo que nos dejaste, sigue acompañandonos y aviva la llama de nuestro corazon teresiano para que podamos seguirte y encontrarnos como vos, en brazos del Amado!
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